Por qué vale la pena estudiar programación

Por qué vale la pena estudiar programación

Desde hace años hay necesidad de profesionales técnicos en la Argentina y en el mundo, y la tendencia indica que esta situación continuará durante los próximos años ya que las empresas de las industrias más diversas tienen necesidad de contar con estos perfiles, como por ejemplo especialistas en programación. En este sentido, ya hemos mencionado que diversas consultoras de RR.HH. afirman que los desarrolladores de aplicaciones móviles y los programadores se encuentran entre los empleados más buscados.Esta realidad permite que muchas personas puedan encontrar un empleo rápidamente, con un salario muy superior comparado con otras disciplinas. Además, hay cursos que se basan en metodologías muy modernas que, con énfasis en las clases prácticas, permite a una persona adquirir habilidades digitales en unos 5 meses, siempre con un experto que oficia de guía y va ayudando al alumno para que progrese día a día dentro del campo de la programación.Vale recordar que el universo del software se caracteriza por ser cuna de emprendedores sin título universitario, como son los casos de Steve Jobs y Bill Gates, por mencionar solo dos, porque en este mundo más allá del conocimiento teórico y práctico, pesan muchos las ideas que cada uno elucubre a su manera y trabaje para convertirlas en negocios prolíficos.Estudiar programación vale la pena por muchos motivos:

  • Permite una rápida inserción laboral
  • Posibilita el desarrollo de la creatividad para la resolución de problemas.
  • Incentiva la creatividad
  • Potencia la habilidad para la resolución de problemas

Cuando se cursa en campus donde hay otras personas con inquietudes vinculadas al universo digital, también existe la posibilidad de conocer gente con nuevas ideas que se complementan con las propias para que florezcan los negocios.

MST

Por supuesto, hay desafíos que son complejos, y estudiar código es un paso más en un camino que hay que recorrer, como sucede en tantas profesiones.  Sin embargo, de la mano de tutores y profesores especializados, y con una cuota de voluntad y de ganas, la experiencia se logra trabajando desde el primer día, porque se “aprende haciendo”.Las nuevas tecnologías evolucionan a un ritmo arrollador, por eso hay que capacitarse para no perder el tren. En este sentido, los cursos inmersivos permiten estar actualizado para poder crecer profesionalmente.